Actitud
Rita está estudiando la licenciatura en Banca y Finanzas, no ha terminado la carrera,
aunque ya ha tenido un par de empleos donde ha podido aprender sobre el área. Siente
que las oportunidades laborales han sido enriquecedoras y la han ayudado a
comprometerse más con su carrera y entender más lo que estudia.
Sus clases son por la noche y trabaja a jornada completa. Lo más llamativo de Rita es que
se ha mantenido en sus empleos por largos periodos y, sin haber terminado los estudios, ya se puede decir que tiene carrera en el área. Valora los conocimientos que ha recibido en la universidad, así como la experiencia laboral, sabiendo que si quiere ganar más tiene que
hacer más, se aleja del conflicto y busca agregar valor en donde esté.
Conocimiento
Rosa es profesional en administración, está cursando una maestría. Su experiencia laboral
es variada. Comenzó trabajando en el área de atención al cliente, estuvo en un call center y, recientemente, empezó como asistente administrativa, que no le satisface porque gana lo mismo que en sus empleos anteriores, teniendo más responsabilidad. Está buscando una nueva oportunidad como asistente administrativa en otra empresa, porque siente que sus jefes actuales no la están valorando y cree que merece mejor salario, lo cual es
posiblemente muy cierto, solo que no ha tenido tiempo de demostrarlo. Tiene mucho que
ofrecer, solo que en los ambientes laborales se busca que, más allá del conocimiento,
demuestres lo que sabes en tus acciones diarias, que no solo incluyen el desempeño en
términos de resultados sino también de relaciones.
¿A quién elegir en un proceso de selección?
Ambos perfiles son muy buenos, están llenos de virtudes y talentos por desarrollar.
Seguramente ganan menos de lo que merecen, así que si llegan a estar en empresas que
los valoren lograrán crecer y desarrollarse en lo personal y en lo profesional. Podrían
competir por una misma vacante y quizá elijan a Rosa por su mayor conocimiento, muy
valioso sin ninguna duda. Rechazar a Rita sería injusto, porque su potencial es inmenso y
seguro podrá desempeñarse muy bien como profesional, por su experiencia y, sobre todo,
por su buena actitud.
Al seleccionar a una persona es común ponderar más alto su conocimiento sobre un área y menospreciar evidencias de inteligencia emocional, trabajo en equipo, resiliencia y
resolución de conflictos. La realidad es que todos esos rasgos son mucho más valiosos
cuando se trata de desenvolverse en un ambiente complejo, como es el laboral.
El conocimiento se puede obtener, se aprende todos los días y los recursos para hacerlo cada vez son más accesibles. Los cambios de conducta son producto de procesos complejos y no ocurrirán a menos que la persona esté dispuesta a llevarlos a cabo. Esa combinación de factores es un verdadero “unicornio” y muy poco valorada cuando se encuentra. Es un desafío hacer ver a los que toman las decisiones el valor del recurso humano que tienen delante más allá de las hojas de vida, de ahí la importancia de hacer evaluaciones integrales que abarquen rasgos psicológicos, aptitudes y potencialidades.
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